El Cassete fue un formato de grabación de sonido y vídeo en cinta magnética que fue ampliamente utilizado entre principios de los años 1970 y principios de la década de 1990 y regularmente hasta principios de los 2000.
La cinta magnética tipo IV era la que se utilizaba en los cassetes y funcionaba deslizándose entre dos círculos rotativos insertados en el interior del cassete, a medida en que los círculos giraban hacían deslizar la cinta reproduciendo la canción o el video.
Esta herramienta fue muy práctica dado a que fue el primer reproductor portátil llegando a remplazar el Megáfono de Bobina Abierta, un artefacto de grabación que también funcionaba bajo el mismo mecanismo, pero con la diferencia de que este por su tamaño era solo utilizado por las disqueras y emisoras de radio, siendo así un artefacto poco práctico.
El cassete era muy fácil de portar, liviano por estar hecho con carcasa plástica y solo una cinta en su interior, permitió que esta generación disfrutara de sus discos favoritos, ya sea que estos los compraran ya grabados o utilizaran un cassete limpio para simplemente ser ellos los que grabaran sus canciones favoritas de la radio.
Otro plus era que esta cinta tenía la capacidad de grabar por ambos lados, es decir, tenía dos lados de grabación que permitía grabar más canciones y videos, por eso, si se fijan en el cassete aparece marcado con un lado (A) y un lado (B), cundo se terminaba la cinta del lado (A), solo se tenía que girar el cassete y reproducir el lado (B) en la grabadora. Más adelante con el avance tecnológico el Cassete se reemplazó poco a poco por el disco compacto, mejor conocido como el CD por sus siglas en inglés Compact Disc.
Hoy en día el cassete es considerado como un objeto de colección por su impacto histórico y porque ya no se consiguen con facilidad, y solo aquellos que tuvieron la oportunidad de adquirirlos en el momento, son los privilegiados de tener una amplia colección de estos es sus manos y guardarlos como representación de su época.
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